domingo, 18 de octubre de 2015

Ser mamá y ser humana

Siempre que encuentras una imagen de madre e hijos se ven aquellas familias ideales donde todos ríen, juegan y donde todo no es mas que una felicidad constante y una maravillosa existencia. Hablas con tu suegra o tu madre y te pintan la maternidad como una pasaje sereno y hermoso transitado sin ningún tipo de vicisitudes. Yo hoy me niego a seguir manteniendo esa creencia que sólo logra que las nuevas madres se sientan frustradas y poco capaces por el hecho de que no todo el tiempo se sienten dichosas y maravillosas. Déjame que te diga, no siempre todo es alegrías, hay días en los que quieres salir corriendo, en los que esos gritos y llantos y berrinches quisieras apagarlos con un interruptor, días en los que a pesar de todas tus creencias quisieras que un buen golpe hiciera que se portaran correctamente o te hicieran caso. Se vale que a veces te sientas frustada, que a veces quieras la vida que tenias antes, se vale a que veces quieras salir volando al infinito y más allá. Eso no te hace mala madre, eso no hace que no ames a tu hijo, eso no significa que no pongas todo tu empeño para darle la mejor educación, eso no significa que vayas a dejarlo de lado y que no sigas haciendo lo mejor posible para darle todo lo que este en tí, eso simplemente te hace humana. Somos seres humanos y no importa cuanto amemos de vez en cuando queremos comer nuestra comida caliente, queremos disfrutar el ultimo pedazo de pastel, ir al baño sin interrupción, consentirnos un ratito sin una vocecita que te pide agua, somos humanas y somos mujeres y de vez en cuando aunque sea sólo por un segundo necesitamos nuestro espacio para poder respirar y continuar. Ser madre es hermoso pero no tiene porqué ser hermoso todo el tiempo simplemente cuando sientas que vas a estallar, sal un rato, hazte un manicure o pedicure, ve a tomar un café con tus amigas, pide que te cuiden a tu peque y duerme a pierna suelta, porque no eres martir sólo eres madre y se vale ser egoista aunque sea por un día.

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