martes, 4 de diciembre de 2007

Dicen

Dicen que a veces la soledad resulta buena consejera, que te enseña a valorar la vida...pero qué pasa cuando la soledad se quedó anclada en el tuetano de tus huesos, cuando la melancolía ni siquiera te permite respirar, cuando la vida te resulta vacía y sin sentido...cuando te duele la existencia. Dicen que estar sola te hace aprender de ti misma...pero qué hacer cuando ya no puedes siquiera soportar tu propia presencia, cuando tu espíritu se quiebra cada día más y cada día sientes menos. Dicen que sonreir te alimenta el alma pero...qué hacer cuando tu alma se ha desvanecido y aparece cada vez menos. De qué sirve conocer tantas cosas, de qué sirve querer vivir si la vida y lo que te rodea no te va a hacer feliz nunca, cuando no encuentras tu lugar, cuando vagas eternamente con la soledad, la melancolía y el vacío como compañeras de camino...

6 comentarios:

Black dijo...

como siempre, identificado con el texto, la soledad es un estado permanente, melancolico y sumamente manipulador, al menos la soledad jamas nos deja solos, aprendemos mas de cuando nos hacen daño que cuando nos hacen bien, prefiero prefiero que la que me acompañe sea la soleda dpues su partida no genera dolor

Lunatrack dijo...

dicen que mi soledad ya se fue
pero esta vez me dejo solo,
hay que aprender a vivir asi,
es bonito saber que mañana puede ser mejor y si no aún queda mañana

satira dijo...

la soledad es un espacio vacio a veces se nos mete en las entrañas tan adentro que no es facil sonreir ... te comprendo todos hemos pasado por esto alguna vez.

saty

EL ANGEL NOCTURNO dijo...

Dicen y dicen y dicen...
Hablan y hablan y hablan...
Ya lo decía Chaplin, "se habla mucho pero se siente muy poco", y nadie como uno mismo para ver lo que se refleja al otro lado del espejo de nuestra propia vida.

Felicidades de nuevo, querida mía.
Tus textos y las fotos que los ilustran me cautivan un poco más cada día.

Un beso
ISIDRO

thanatos dijo...

la soledad, amiga de los refugios personales... amante ingenual de losplaceres inconcientes. si la soledad pudiera hablarnos diria cuanto nos ha amado durante toda su existencia.
nena es genial tu reflexiòn. te invito a que visites mi blog: www.sarvill.blogspot.com

Anónimo dijo...

Te siento cansada de todo esto, cansada y un poco cerrada... y siempre generosa, amable, cálida. No me importa cuanto tiempo me tengas fuera de tu templo... ahí estoy, sigo queriéndote... aunque apagues la luz y duermas, aunque cierres las puertas y llueva. Ahí fuera en silencio estoy pidiendo a las estrellas para que en este nuevo día, el tuyo, el cielo se abra de colores y que el canto de Icaro brote de tu alma.