martes, 1 de abril de 2014

Colicos

Los primeros 40 días de mi bebe fueron honestamente un calvario. La pobre pasaba casi toda la noche hasta la madrugada gritando de los cólicos y nosotros angustiados y probando todo lo que se nos ocurría, desde mecerla, sacarle los gases, hasta salir en el carro a dar vueltas (algo que funcionaba hasta que apagabas el motor). El pediatra que teníamos con mucha tranquilidad nos decía que los cólicos eran algo normal hasta aproximadamente el año y le recetaba algún antiespasmódico cada vez más fuerte. El punto de ruptura fue cuando le receto Buscapina el cual me pareció que era una medicina demasiado fuerte para su estomago de menos de 40 días. Inmediatamente y convencidos de que no era posible que alguien viera como normal el sufrimiento de mi hija y sobre todo mi impotencia de no poder aliviarla, recurrimos a otro pediatra. Luego de revisarla y diagnosticar que mi beba era intolerante a la lactosa me suspendió todos los lácteos en mi dieta diaria, para que no llegara la proteína de la leche hasta la leche materna. El cambio pareció magia, el día 41 mi pulga durmió como apaciblemente por primera vez y a pesar de que tuve que dejar mi fascinación por los quesos y consumir leche de soya, fue realmente maravilloso ver que los dolores y su llanto habían desaparecido por completo. Claro todavía hoy con 3 años sigue sin comer lácteos porque resulto alérgica a la lactosa pero eso ya es harina de otro costal que les contare en otro momento. 

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