domingo, 2 de diciembre de 2007

Naturaleza

Comienza la vida nuevamente, después del eterno fracaso, respiras profundo, esperando que el aire limpio libre tus entrañas del resentimiento, miras el ir y venir de las mariposas, buscando la libertad entre sus alas, observas las flores esperando que sus colores te devuelvan la alegría, pero es inutil. La cobardía ha mermado tu alma y ni el aire, ni las mariposas, ni las flores te sirven de consuelo suficiente, tu corazón palpita cada vez con menos intensidad, siguiendo el ritmo que la inercia le impone, sigues sin poder respirar, viviendo día a día en la agonía de saber que has muerto y que nada...absolutamente nada, puede curarte de la herida mortal que te quitó hasta el último aliento.

1 comentario:

Unknown dijo...

En verdad hay cuasa para el ir y venir, para esta escala recurrente...?

¡Qué más!

¡A joder lo contínuo y comerse el tiempo!




Un saludo.
Hasta luego.