Me desperté un poco antes que el sol me desperté cansado de llorar la noche fue más larga en soledad miré la luz de la ciudad al comenzar un día más sin ti no es un día más para vivir. Todo cambió en el momento en que creí haber encontrado una forma de vivir me desperté un poco antes que el sol la noche fue vacía en soledad y un día más sin ti no es un día más para vivir. Dónde encuentro lo tuyo lo que ya no está en mí dónde puedo encontrarlo si tampoco está en ti ya cerramos los ojos y el silencio se fue con tu mirada y la mía abrazadas, tal vez abrazadas, no sé. Y ahora que estamos al final no tengo más que todo mi dolor al despertar, mi soledad y yo después de hablar, supimos de verdad que un día más sin ti no es un día más para vivir. Dónde encuentro lo tuyo lo que ya no está en mí dónde puedo encontrarlo si tampoco está en ti ya cerramos los ojos y el silencio se fue con tu mirada y la mía abrazadas, tal vez abrazadas, no sé.
Dicen que a veces la soledad resulta buena consejera, que te enseña a valorar la vida...pero qué pasa cuando la soledad se quedó anclada en el tuetano de tus huesos, cuando la melancolía ni siquiera te permite respirar, cuando la vida te resulta vacía y sin sentido...cuando te duele la existencia. Dicen que estar sola te hace aprender de ti misma...pero qué hacer cuando ya no puedes siquiera soportar tu propia presencia, cuando tu espíritu se quiebra cada día más y cada día sientes menos. Dicen que sonreir te alimenta el alma pero...qué hacer cuando tu alma se ha desvanecido y aparece cada vez menos. De qué sirve conocer tantas cosas, de qué sirve querer vivir si la vida y lo que te rodea no te va a hacer feliz nunca, cuando no encuentras tu lugar, cuando vagas eternamente con la soledad, la melancolía y el vacío como compañeras de camino...
Por más que entiendas que el amor es efímero, que lo único que te ha regalado es la agonía eterna, que se esfuma dejándote una nueva herida, te entregas nuevamente y ¿para qué?, te abres nuevamente a las posibilidades y nuevamente te destruyen y dilapidan...la única certidumbre en tu vida es la soledad, la única realidad de tus amores es la ausencia.. juegas niña a querer encontrar algo que sabes eternamente perdido, juegas a amar sabiendo que tu corazon sangrará nuevamente, juegas a soñar cuando despiertas en realidades absurdas y dolorosas....Cómo esconderte de tu vida, cómo volverte piedra y no esperar nada, cómo salir del agujero absurdo donde te encuentras, cómo dejar de sentir, cómo parar la hemorragía de un corazón destrozado...sácalo de tu pecho, mátalo, que lo único que te ha devuelto eternamente ha sido sufrimiento, pártelo en dos y riégalo por el mundo...porque en tu pecho...sólo se ha convertido en un estorbo....
Comienza la vida nuevamente, después del eterno fracaso, respiras profundo, esperando que el aire limpio libre tus entrañas del resentimiento, miras el ir y venir de las mariposas, buscando la libertad entre sus alas, observas las flores esperando que sus colores te devuelvan la alegría, pero es inutil. La cobardía ha mermado tu alma y ni el aire, ni las mariposas, ni las flores te sirven de consuelo suficiente, tu corazón palpita cada vez con menos intensidad, siguiendo el ritmo que la inercia le impone, sigues sin poder respirar, viviendo día a día en la agonía de saber que has muerto y que nada...absolutamente nada, puede curarte de la herida mortal que te quitó hasta el último aliento.
Con el correr de los años caes en cuenta que la vida te ha cambiado, que los golpes recibidos te han marcado y que te dedicas a vivir sin importar el mañana, sin siquiera recordar si la vida continúa o se ha quedado suspendida sobre tu cabeza, no importa si lo que fuiste es significativo, si lo interesante sigue siendo lo venidero, deja las cosas simples, porque lo complicado tiende eternamente al desencanto. Cuenta contigo, con tu fortaleza, sigue adelante, que es el único camino que la vida te permite transitar, no te estanques en el pasado, porque lo encontrarás vacío, mueve tus alas, libérate de la muerte eterna, comienza una nueva vida de cara al sol y con entereza, que la esperanza puede que algún día vuelva.
Te sientes sola una y otra vez, buscas por gusto, sabiendo que no importa cuanto dure, la realidad será por siempre la ausencia...la esperanza, es esa eterna enemiga, que su mejor manera de venganza es esconderse de ti y regalarse con el mundo...sabes que no lo encontrarás, algo saldrá mal, se irá o no será suficiente, esta existencia parece demasiado en tu cuerpo derruido, pesan eternamente los desencantos, sufres constantemente la desidia...Acostumbrate, que la vida te ha marcado para no ser feliz, para no merecer nunca, acostumbrate a la soledad que es tu única compañera, que el dolor será el amante cotidiano, que la obscuridad no se esfuma al contrario...cada día avanza un poco más dentro de tí, absorviendo todo...acostumbrate a estar muerta, porque la vida...no te pertenece...nunca ha sido tuya.